
Sinopsis:
EN ESTE 2019 CONMEMORAMOS LOS 500 AÑOS DE UNA DE LAS MAYORES GESTAS DE LA HUMANIDAD: LA PRIMERA VUELTA AL MUNDO. Aquí la ofrecemos de una manera entretenida y peculiar. Un descojonante homenaje a todos y cada uno de los que la hicieron viable. A reír tocan, señores.
Nuevo viaje al pasado con las tarjetas imperfectas I.T.M. (Individual Temporal Machine). Solo quedan en el planeta solamente doce de estas con errores de fabricación. Errores que permiten saltos en el tiempo en el que el hecho histórico visitado se va a ver malinterpretado en clave de humor. A conocer que les afirme, conocer hechos históricos ajustándose a la auténtica Historia con las ITMs perfectas y de nueva generación, no posee ninguna felicidad (la tienen múltiples cientos y cientos de miles de individuos en todo el mundo). Llevarlo a cabo con una las seis o siete chungas que marchan de forma furtiva, es lo mucho más de lo mucho más.
En esta novedosa y descojonante aventura, en este nuevo salto (con entre las tarjetas temporales changás, cansinamente perseguidas por la Autoridad Mundial, al estimar el Prominente Estamento Universal que son muy peligrosas para la Salud de los ciudadanos mientras en relación se ha detectado que son precisamente adictivas), una muchacha joven viaja al pasado y se enrola -se hace pasar por grumete- en la nao Victoria (la Viky)- con Don Fernando de Magallanes y con Don Juan Sebastián Elcano en su primera (y no buscada) vuelta al orbe mundial. Es, exactamente, Elcano quién relata, en primera persona y a solicitud de su amigo, Don Juan Ochoa de Urdaneta, tan delirante, hilarante, despanzurrante y épica aventura.
Ella (él, Gonzalo de Cáceres, Gonzalillo), la joven temporeitors travestida en grumete, como el resto, las van a pasar en el viaje pero que muy putas, si bien asimismo las risas y las carcajadas van a ser el denominador común de la vida día tras día de la flota que, desde Sanlúcar de Barrameda, empezaron tan singular y tan simpar periplo.
Una extraña mezcla de individuos históricos con individuos falsos que da bastante juego humorístico. Un despendole total en el día a día de estas tripulaciones. Y un desenlace de la aventura, cuya síntesis se encuentra reflejada en una placa ubicada en la presente testera del Municipio de Sanlúcar de Barrameda, donde se muestran los 18 nombres de los 18 hombres (de 234, que dicen próximamente) que tras tres años de viaje alcanzan regresar a casa . Todo ello, tras inmensidad de penalidades y miles de carcajadas (en esta versión, claro).
Lenguaje marinero-portuario de la temporada (se tienen la posibilidad de imaginar); explícito, procaz. farragoso, irreverente, patibulario y, en ocasiones asimismo, agudo, inteligente, irónico, sarcástico, obsceno y escatológico, si bien, entre risas y carcajadas va quedando un pelín mucho más suavecito. O no. También, la vida dentro echándose varias risas, un montón de mala leche, un óptimo puñado de sonrisas y múltiples quintales de carcajadas, fomenta entre compañeros un cierto pero laxo pseudocompañerismo, un templados sentido del deber, una tibia amistad, una relativa tolerancia dada la temporada, unas gotas (escasas. El racismo de la temporada era exacerbado hasta el infinito y mucho más allí) de comprensión interracial y internacional y, en ciertos casos, hasta pinceladas de cariño merengón entre compis. Y como no, algún que otro toque de berraqueo picante-lascivo (234 tíos y ninguna tía, ahora me afirmarán).
Aventuras y aventuras con mucha base histórico-auténtica. Para reír tal y como si no fuese haber un mañana; la risa, la sonrisa y la carcajada para descuidarse de todo lo malo que nos aqueja; el HUMOR (con mayúsculas) como novedosa y universal religión.
Que la Risa les acompañe en la lectura del Tocho 3. Si de esta manera es: propósito cumplido.
OCURRIÓ HACE 500 AÑOS...
Nuevo viaje al pasado con las tarjetas imperfectas I.T.M. (Individual Temporal Machine). Solo quedan en el planeta solamente doce de estas con errores de fabricación. Errores que permiten saltos en el tiempo en el que el hecho histórico visitado se va a ver malinterpretado en clave de humor. A conocer que les afirme, conocer hechos históricos ajustándose a la auténtica Historia con las ITMs perfectas y de nueva generación, no posee ninguna felicidad (la tienen múltiples cientos y cientos de miles de individuos en todo el mundo). Llevarlo a cabo con una las seis o siete chungas que marchan de forma furtiva, es lo mucho más de lo mucho más.
En esta novedosa y descojonante aventura, en este nuevo salto (con entre las tarjetas temporales changás, cansinamente perseguidas por la Autoridad Mundial, al estimar el Prominente Estamento Universal que son muy peligrosas para la Salud de los ciudadanos mientras en relación se ha detectado que son precisamente adictivas), una muchacha joven viaja al pasado y se enrola -se hace pasar por grumete- en la nao Victoria (la Viky)- con Don Fernando de Magallanes y con Don Juan Sebastián Elcano en su primera (y no buscada) vuelta al orbe mundial. Es, exactamente, Elcano quién relata, en primera persona y a solicitud de su amigo, Don Juan Ochoa de Urdaneta, tan delirante, hilarante, despanzurrante y épica aventura.
Ella (él, Gonzalo de Cáceres, Gonzalillo), la joven temporeitors travestida en grumete, como el resto, las van a pasar en el viaje pero que muy putas, si bien asimismo las risas y las carcajadas van a ser el denominador común de la vida día tras día de la flota que, desde Sanlúcar de Barrameda, empezaron tan singular y tan simpar periplo.
Una extraña mezcla de individuos históricos con individuos falsos que da bastante juego humorístico. Un despendole total en el día a día de estas tripulaciones. Y un desenlace de la aventura, cuya síntesis se encuentra reflejada en una placa ubicada en la presente testera del Municipio de Sanlúcar de Barrameda, donde se muestran los 18 nombres de los 18 hombres (de 234, que dicen próximamente) que tras tres años de viaje alcanzan regresar a casa . Todo ello, tras inmensidad de penalidades y miles de carcajadas (en esta versión, claro).
Lenguaje marinero-portuario de la temporada (se tienen la posibilidad de imaginar); explícito, procaz. farragoso, irreverente, patibulario y, en ocasiones asimismo, agudo, inteligente, irónico, sarcástico, obsceno y escatológico, si bien, entre risas y carcajadas va quedando un pelín mucho más suavecito. O no. También, la vida dentro echándose varias risas, un montón de mala leche, un óptimo puñado de sonrisas y múltiples quintales de carcajadas, fomenta entre compañeros un cierto pero laxo pseudocompañerismo, un templados sentido del deber, una tibia amistad, una relativa tolerancia dada la temporada, unas gotas (escasas. El racismo de la temporada era exacerbado hasta el infinito y mucho más allí) de comprensión interracial y internacional y, en ciertos casos, hasta pinceladas de cariño merengón entre compis. Y como no, algún que otro toque de berraqueo picante-lascivo (234 tíos y ninguna tía, ahora me afirmarán).
Aventuras y aventuras con mucha base histórico-auténtica. Para reír tal y como si no fuese haber un mañana; la risa, la sonrisa y la carcajada para descuidarse de todo lo malo que nos aqueja; el HUMOR (con mayúsculas) como novedosa y universal religión.
Que la Risa les acompañe en la lectura del Tocho 3. Si de esta manera es: propósito cumplido.
OCURRIÓ HACE 500 AÑOS...
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