Escape a medio escapar

Quien haya probado el gusto de probar una salón de escape sabe que nada es verdadera, salvo la diversión. Jaime no lo tiene tan claro. Y sucede que su experiencia en una de estas salas se complicará alén del juego en sí. Merced a la asistencia de su mujer, su amigo Fran y el resto de compañeros de aventura deberá hallar escapar del inconveniente real que se le presentará, donde un yonki y un vendedor de sustancia le complicarán el día de diversión que tenía premeditado.

Esta historia se puede estimar la continuación de “Un sueño a medio soñar”, la historia que ingresó a Fran en una aventura distópica de la que aún charla.

Fran había tenido su instante. Esta vez va a ser Jaime el que narrará la, supuestamente inconexa, aventura que va a suceder meses después. Una situación donde se va a sentir personaje principal absoluto.